Extremadura – Tierra de Trujillo: cascadas del río Almonte

El pasado 10 de marzo me acerqué hasta las Cascadas del río Almonte para fotografiarlas. Durante toda esa semana había estado lloviendo intensamente y quería ver el agua que llevaba. Me llevé cierta decepción porque el río iba tan cargado que ocultaban al completo los distintos saltos de agua de las cataratas. Aunque, en realidad, me alegraba de todo lo que estaba lloviendo en estas épocas de sequía.

Os dejo una foto que tiré ese día para que veáis la diferencia respecto a cómo están ahora.

Cascadas del río Almonte (10-03-2024)

Por entonces, me dije que volvería más adelante para intentar captar de nuevo estas bonitas cascadas. Y el día elegido fue ayer: 25-05-2024.

Nada más llegar, supe que esta vez sí iba a ver los saltos de agua, pues el río Almonte no llevaba la brutalidad de agua que llevaba dos meses y medio atrás. Pasito a pasito, me dirigí hacia mi destino. En apenas 15 minutos estaba ante el primer salto de agua.

Cascadas del río Almonte (25-05-2024)
Cascadas del río Almonte (25-05-2024)

Las dos veces anteriores que fui (la primera fue el 02-04-2021) lo hice por la mañana y las luces no me gustaron nada. La razón era porque tenía el sol de frente y tenía que ingeniármelas para que no salieran las fotos quemadas. Ayer fui por la tarde y el juego de luces y sombras mejoró bastante.

Cascadas del río Almonte (25-05-2024)
Cascadas del río Almonte (25-05-2024)

Antes de volverme a casa hice una última foto al río en su tramo más calmado. En el mes de marzo fue imposible hacer esta foto principalmente porque el agua cubría las rocas desde donde tiré la siguiente foto.

Río Almonte

Con la satisfacción de volver a este precioso entorno regresé a casa con los deberes hechos. Tengo que decir que de las tres veces que he ido, la que más me gustó fue la primera. A continuación os dejo también un par de fotos de aquel 02-04-2021.

Cascadas del río Almonte (02-04-2021)
Cascadas del río Almonte (02-04-2021)

Por último, al ser una ruta que no está señalizada dejo por aquí las coordenadas para saber dónde dejar aparcado el coche y dónde se encuentran las cascadas. Una vez aparcado el vehículo, un pequeño camino que no tiene pérdida te lleva hasta ellas.

Coordenadas para dejar el coche: 39.664983,-5.939495

Coordenadas donde se encuentran las cascadas: 39.662762,-5.955697

Sin más que contar, me despido hasta otra aventura.

Un saludo, turistas.

Extremadura – Cáceres: fotografiando a los abejarucos

Hoy, festivo nacional por ser el Día del Trabajador, lo he aprovechado para ir en busca de los abejarucos. Sobre las 10:15 me presentaba en el lugar al que he acudido otros años y, todo hay que decirlo, lo hacía sin tener mucha esperanza de conseguir alguna foto. Enseguida, me he dado cuenta de que, aunque se escuchara por los alrededores el canto de estas bellas aves, no los veía bajar hasta el lugar donde había puesto el coche. Apenas he estado allí 15 minutos, pues la experiencia de los últimos dos años me decía que allí ya no anidaban, a pesar de que los agujeros en la tierra siguen estando.

Me he guiado por el canto de los abejarucos y, sobre todo, por un coche que estaba aparcado cerca de donde estaba yo. Allí también había alguien con su cámara y objetivo; los nidos de los abejarucos no estaban muy lejos. He aparcado justo detrás y se veía volar a los pájaros cerca, pero aún así quedaban algo lejos de mi objetivo. Ha sido al irse el coche que tenía delante cuando he aprovechado y he acercado el mío hasta una roca que servía de posadero. Aquí es donde ha comenzado el festival de tirar fotos a las aves.

Pareja de abejarucos europeos
Abejaruco europeo
Abejaruco europeo
Abejaruco europeo
Abejaruco europeo
Abejaruco europeo
Abejaruco europeo

La foto que más me ha gustado de toda la sesión ha sido una donde he podido captar a un abejaruco en vuelo. Según la he visto en la cámara ya sabía que apuntaba a ser la foto estrella de la mañana.

Abejaruco europeo en vuelo

Están siempre pendientes a su alrededor para cazar su presa favorita: las abejas.

Abejaruco europeo comiendo
Abejaruco europeo comiendo

Más fotos en vuelo, aunque no tan bonitas como la anterior.

Abejaruco europeo en vuelo
Abejaruco europeo llegando al posadero

La pareja vigila los alrededores del nido y se turnan para entrar. Es escaso el tiempo que permanece junta en la roca.

Pareja de abejarucos europeos
Pareja de abejarucos europeos
Pareja de abejarucos europeos
Pareja de abejarucos europeos
Abejaruco europeo llegando la posadero

Brevemente, ha pasado un milano negro por encima. La foto no es que sea de muy buena calidad, pero me ha hecho ilusión hacerla.

Milano negro en vuelo

Casi al tiempo de volver a casa un abejaruco me ha dado algunas poses bonitas.

Abejaruco europeo
Abejaruco europeo
Abejaruco europeo
Abejaruco europeo
Abejaruco europeo

Tendría una última sorpresa antes de venirme a casa. Una cigüeña blanca volaba muy bajo y creo que su intención era posarse por allí cerca, pero al ver el coche se ha marchado lejos. Me ha dado tiempo a hacerle algunas fotos chulas.

Cigüeña blanca en vuelo
Cigüeña blanca en vuelo
Cigüeña blanca en vuelo

Sin más que contar, me despido hasta otra aventura. No es nada descartable que vuelva a acercarme próximamente para seguir haciendo fotos a los abejarucos. La siguiente visita será por la tarde, que la luz seguramente sea mejor.

Un saludo.

Extremadura – Cáceres: fotografiando paseriformes en la Sierra de la Mosca

El pasado domingo, Día del Libro, no lo dediqué a la lectura. En su lugar disfruté de otra de mis aficiones: la fotografía de aves.

Desde hacía tiempo quería acercarme hasta la Sierra de la Mosca y entrar al bebedero que gestiona Rubén Cebrián en su parcela. Quise haber ido a principios de año, pero, finalmente, me dije de ir en primavera cuando hubiera más variedad de aves. Y la verdad es que me volví a casa con un recopilatorio de 16 aves distintas.

Ordenándolas alfabéticamente estas fueron las que entraron al bebedero, algunas más asiduas que otras.

Abubilla

Aunque por la zona se encuentra esta especie no es común que entre al bebedero. Su paso fue de tan solo un minuto y no llegó a beber. Tan solo estuvo andando por debajo.

Abubilla

Carbonero común

Antes de meterme en el hide sabía que entraría, pues es bastante habitual. De hecho, en mi mente no tenía pensado hacer fotos a esta especie porque son muchísimas las que tengo ya. Cambié de opinión cuando un individuo se posó y me dio bastante juego con las luces y reflejos.

Carbonero común
Carbonero común
Carbonero común
Carbonero común
Carbonero común
Carbonero común

Escribano soteño

De esta especie tan solo me entró la hembra, más apagada que el macho. Cuando entré a este mismo bebedero en agosto de 2021 sí entraron a beber tanto el macho como la hembra.

Escribano soteño
Escribano soteño
Escribano soteño
Escribano soteño

Estornino

Recuerdo que la primera vez que fotografíe paseriformes en un hide en Monfragüe, al ver un grupo de estorninos, creí que se trataban de mirlos. Me dijeron la diferencia entre uno u otro y el domingo al ver ambos en el bebedero pude distinguirlos perfectamente. Decir que uno de los estorninos me brindó las fotos que más me gustan de toda la sesión, con increíbles baños.

Estornino
Estornino
Estornino
Estornino
Estornino
Estornino
Estornino
Estornino
Estornino
Estornino

Herrerillo común

Junto al carbonero común, el herrerillo común era otra especie que sabía al 100% que me iba a entrar. De hecho, apenas le hice fotos debido a que, igualmente, tengo muchísimas de esta especie. De la sesión tan solo me he quedado con tres.

Herrerillo común
Herrerillo común
Herrerillo común

Jilguero

¡Qué bonitos son los jilgueros! Sin duda, se encuentra entre mis pájaros favoritos. Cuando era adolescente tuvimos cinco en un voladero y no paraban de cantar. Me podía pasar tranquilamente dos horas sentado en una silla viendo cómo cantaban.

Jilguero
Jilguero
Jilguero
Jilguero
Jilguero

Mirlo

El mirlo es uno de esos pájaros que a mucha gente le da muy mal rollo. Al ser todo negro lo relacionan con algo malo, con la muerte (igual que a los cuervos). Sin embargo, a mí los mirlos me encantan y siempre que he podido fotografiarlos me han dado muy buenas poses. El domingo no iba a ser menos.

Mirlo
Mirlo
Mirlo
Mirlo
Mirlo
Mirlo
Mirlo
Mirlo
Mirlo
Mirlo
Mirlo
Mirlo
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Extremadura – Sierra de San Pedro: fotografiando al elanio azul en el hide de El Millarón

El pasado 2 de enero comencé el año como a mí me gusta: saliendo a tirar fotos. En los últimos años he estrenado el primer mes yendo a alguno de los hides de El Millarón. En ocasiones pasadas fue el águila imperial o varios paseriformes.

En el mes de diciembre llamé a El Millarón para preguntar por la disponibilidad del hide de águila imperial, que si bien es cierto ya tenía fotos obtenidas en el mes de enero de 2020, quería volver a repetir la experiencia debido a que fue uno de los mejores momentos que he vivido fotografiando fauna. Hablando con Teo me dijo que tenían disponible también el hide de elanio azul. ¡Menuda cabeza tengo! Era algo que sabía y tenía ganas de entrar desde el mes de septiembre, cuando pusieron en marcha este hide. Por tanto, realicé la reserva para el día 2 de enero y así estrenar el Año Nuevo como Dios manda.

Eran las 9:30 aproximadamente cuando llegué hasta el hide. Enseguida, supe que iba a tener fortuna, pues el elanio estaba posado en un poste esperando su comida. Posteriormente, nos vigilaba desde una encina.

Apenas pasaron 30 segundos desde que se fue el guía cuando vi que se lanzó a los posaderos. Suerte que tenía ya preparados todos los parámetros de la cámara para poder fotografiarlo con toda su belleza.

Elanio azul llegando al posadero
Elanio azul en vuelo
Elanio azul en vuelo

En la primera bajada tan solo me centré en intentar captarlo en vuelo. Enseguida, se marchó y dio paso a un pequeño alcaudón real que observaba todos los movimientos del elanio. Él también quería su festín.

Alcaudón real
Alcaudón real
Alcaudón real dándose su festín
Alcaudón real dándose su festín

En tan solo 15 minutos, tanto el elanio como el acaudón terminaron con su comilona. Teo volvió a bajar al hide para darles más comida y así seguir captando a estas bellas aves, aunque, en la segunda tanda tan solo me centré en fotografiar al elanio con el Canon 400mm f2.8, que la marca pone a disposición de los clientes de Canon. Disfruté como un niño chico, igual que siempre que le he dado uso, al tener a ese pedazo de «pepino» en mis manos.

Elanio azul
Elanio azul
Elanio azul
Elanio azul
Elanio azul
Elanio azul
Elanio azul
Elanio azul
Elanio azul
Elanio azul
Elanio azul

En apenas una hora y cuarto la sesión de elanio azul había terminado. En la tarjeta de memoria me llevé un gran número de fotografías y en la cabeza un imborrable recuerdo de un ave que llevaba tiempo queriendo fotografiar. Tenerlo delante a escasos metros es una sensación indescriptible.

El año 2023 ha empezado tirando fotos a una especie bonita. Si los planes siguen su curso espero poder finalizarlo (por noviembre aproximadamente) de la misma manera. Y es que desde octubre de 2021 tengo una espina clavada por no haber logrado fotos de otra ave que tengo en la lista desde hace años. Y no voy a parar hasta lograrlo.

Sin más que contar, me despido hasta otra aventura. De cara a la primavera espero poder traeros más fotos, tanto de fauna como de paisajes.