Ruta del Trabuquete (mañana)
El pasado sábado, día 25 de febrero, fue el día para volver a la comarca de La Vera y así seguir visitando zonas que tenía en la lista desde principios de año. La idea era acometer la ruta del Trabuquete, que parte desde Guijo de Santa Bárbara.
Eran las 10:15 aproximadamente cuando mis pies se ponían en movimiento desde el pueblo. Dejé el coche a la entrada, en el aparcamiento de la plaza, y desde ahí crucé la población en busca del Restaurante El Trabuquete, pues desde aquí parte el camino que te lleva hasta el charco.


Al principio, el camino desciende ligeramente. Hay que estar pendiente de una bifurcación para no tomar el camino equivocado. Aunque parezca confuso, no hay que coger el camino que baja al río. Se debe coger el de la derecha, aunque, una señal en una roca te lo indica claramente.


Al fondo se veía el sistema montañoso de Gredos. Por allí arriba debía hacer frío.

El primero de los puentes que cruza el río aparece. Aquí recordé una anécdota que pasó hace casi 26 años durante unas vacaciones familiares y con amigos en nuestra búsqueda hacia el objetivo del día.

A partir del puente anterior el camino comienza a ascender suavemente. Y es cuando las piernas empiezan a andar más despacio. Suerte que ese día estrenaba el bastón de senderismo que me regalaron mis amigos en mi cumpleaños y me ayudaba durante la subida.
En un momento dado, me di la vuelta y las vistas de todo lo caminado eran muy bonitas.

Cuando la cuesta termina, giras en una curva y ya se ve el charco. El esfuerzo mereció la pena, pues corría bastante agua (aunque no toda la que debería llevar).



Mientras me comía un bocadillo para retomar fuerzas vi posado en un roca a un mirlo acuático. Aunque la foto es pésima, menos es nada.

Esta ocasión, Mery y Pepe no se quedaron atrás y me acompañaron en el viaje. También quisieron su momento de gloria.

Una última foto con el bastón antes de seguir con los planes del día. Este es el inicio de unas cuántas rutas con él. En otoño espero que me acompañe a rutas senderistas mucho más espectaculares.

Una vez terminado el bocadillo, decidí subir unos metros más arriba hacia la Poza de la Estaca. Se encuentra a tan solo 5 minutos. Por el camino seguí fotografiando los saltos de agua.




Aquí decidí darme la vuelta y volver hacia el pueblo. Para los más valientes (yo lo fui en el año 2011), se puede seguir la ruta hacia el Refugio de las Nieves. Es un buen tirón, pues recuerdo que el camino estaba lleno de piedras que te reventaban los pies.
Sobre las 13:30 más o menos estaba de vuelta. Comí en el Restaurante El Trabuquete. Tan solo pedí un plato: espaguetis negros con sepia y pimentón de La Vera. Me encantó.



Mirador La Serradilla y Cascada del Diablo (tarde)
La idea era haberme vuelto a Cáceres nada más comer, pero, visto que aún eran tan solo las 14:45 miré en el mapa si Villanueva de la Vera quedaba muy lejos. Como estaba a media hora decidí ir hasta allí y así ver la Cascada del Diablo, que intuía que debía llevar algo de agua.
Pero antes de eso me topé con el Mirador La Serradilla, ubicado en la carretera que une Guijo de Santa Bárbara con Aldeanueva de la Vera. Me tomé 10 minutos para hacer fotos.





Sobre las 15:30 llegué hasta el aparcamiento de la Cascada del Diablo, no sin que antes me cayeran granizos en Villanueva de la Vera, aunque fue poca cosa.

En apenas 10 minutos estás ante la cascada. Me alegró ver que llevaba bastante agua, no obstante, siendo sinceros, debería llevar mucha más. Este es el caudal que debería llevar en mayo. Si no llueve durante la primavera, la cascada pinta muy mal en verano.




Y este fue mi día por La Vera el pasado sábado. Creo que fue bastante completo y lleno de recuerdos, pues durante las vacaciones veraniegas mencionadas anteriormente del año 1997 también estuvimos pasando un día en la Cascada del Diablo.
Sin más que decir, me despido hasta otra aventura. Siendo realistas, no sé cuándo ni dónde será, pero ya se me ocurrirá algo 🙂