Extremadura – Sierra de San Pedro: fotografiando cigüeñas negras desde los Hides Photo-Raptors

Desde el mes de mayo no publicaba nada en el blog, a pesar de que he hecho alguna fotografía. Como no me parecía nada reseñable tan solo las subí a las redes sociales.

Hoy vengo a publicar una entrada la cual he esperado 7 años para hacerlo. Y es que desde el año 2017, año en el que empecé a aficionarme a la fotografía de fauna, llevaba persiguiendo a las cigüeñas negras.

Para lograr mi objetivo lo he intentado un par de veces en el Parque Nacional de Monfragüe; hace unos años me puse en contacto con una persona que tenía divisadas a un grupo de cigüeñas en una charca de las cercanías de Santiago del Campo (Cáceres); la pasada primavera estuve a punto de ir a un hide en la Sierra de San Pedro; por no hablar de la cantidad de veces que he ido a una charca de las inmediaciones de Malpartida de Cáceres donde supuestamente bajar a beber. En todas ellas el resultado fue insatisfactorio, volviéndome a casa sin una sola foto de las cigüeñas negras.

Cuando más cerca lo vi fue el pasado fin de semana. El domingo 25 de agosto tenía planificada la visita a uno de los hides de Photo-Raptors, sin embargo, el día de antes me escribieron indicándome que me olvidara porque los últimos días no se habían presentado. Sin embargo, cuando me resignaba un verano más a no conseguir mi ansiado objetivo me encontré con una alegría el pasado viernes. Me volvieron a escribir los que gestionan este hide y me dijeron que las cigüeñas negras estaban volviendo a bajar a beber a la charca, que podía ir el sábado si estaba interesado. Sin dudarlo, a pesar de que económicamente no me venía muy bien, acepté la propuesta, pues ahora estaba más cerca que nunca de conseguirlo.

Dicho esto, ayer me di el madrugón del siglo levantándome a las 5 de la mañana. La ubicación se hallaba a una hora de mi casa y tenía que meterme en el hide antes de que amaneciera, pues las cigüeñas negras estarían allí antes de las primeras luces del día.

Eran las 07:30, había mucha luz ya y lo único que merodeaba por allí era una garza real (bastante lejos). Mis pensamientos me decían que si no se habían presentado las cigüeñas a esa hora, era improbable que lo hicieran ya. Las emociones saltaron por los aires al ver que, de repente, un grupo de unas 15 espátulas, tres o cuatro garzas y cuatro cigüeñas negras (juveniles y adultas) se lanzaron a la charca, comenzaron a beber y pescar. Mantuve la paciencia y esperé a que se asentaran, pues una hora antes me dijeron que las cigüeñas negras son muy desconfiadas y al mínimo movimiento se espantan. Y cuando digo mínimo movimiento es algo tan sencillo como hacer zoom con el objetivo o mover la cámara 2 cm hacia un lado.

Aunque se veía perfectamente, no había la suficiente luz como para que la cámara pudiera tirar fotos medio en condiciones sin tener que subir el ISO. Me acordé de las palabras de un gran fotógrafo unos años atrás: es mejor tener una foto con mucho ruido que no tenerla. Así que configuré un ISO de 10.000 y empecé a hacer fotos. Ya intentaría bajar el ruido con la edición post fotográfica.

La sesión con las cigüeñas negras duraría apenas 30 o 45 minutos, pues algo las espantó y salieron huyendo para no volver. Las que sí volvieron fueron una pareja de garzas reales, que me dieron unas poses preciosas. Incluso una de ellas se plantó delante a escasos 5 metros. Finalmente, sobre las 11:00, salí del hide con la plena satisfacción de haber logrado mi objetivo 7 años después. Y, sinceramente, con haber conseguido alguna foto de las cigüeñas negras posando me habría dado por satisfecho. Sin embargo, jamás imaginé que me vendría con un par de fotos de ellas planeando por la charca o con las alas abiertas mientras buscaban comida.

Sin más que contar, os dejo con algunas de las fotos conseguidas. Ojalá tenga la oportunidad en el futuro de volver a fotografiarlas porque la experiencia fue súper emocionante.

No sé cuándo volveré a salir a hacer fotos. No obstante, noviembre está a la vuelta de la esquina y con él las salidas a fotografiar el otoño. Este año, a un lugar del norte que también tengo en la lista desde hace varios años.

Saludos, turistas.

Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Cigüeña negra adulta
Cigüeña negra adulta
Cigüeña negra adulta
Cigüeña negra adulta
Cigüeña negra adulta
Juvenil de cigüeña negra
Juvenil de cigüeña negra
Espátula común
Espátula común
Espátula común
Espátula común
Cigüeña negra planeando por la charca
Cigüeña negra planeando por la charca
Garza real
Garza real
Garza real pescando
Primer plano de la garza real comiendo (foto recortada de la anterior)
Garza real pescando
Garza real
Garza real
Garza real
Garza real
Garza real
Garza real
Primer plano de garza real
Primer plano de garza real
Primer plano de garza real
Garza real
Garza real
Tórtola bajando a beber
Tórtola bajando a beber

Extremadura – Tajo-Salor: sesión de fotos desde hidro hide

Lo que son las cosas. En el verano de 2022 fue el 27 de julio cuando me acerqué por primera vez a la charca para fotografiar a las aves. Y, casualidades de la vida, en este verano (2023) ha coincidido que el pasado jueves (día 27 de julio) me acerqué a la misma charca para seguir disfrutando de la fotografía de aves.

Dicho esto, sobre las 19:00 me metía de lleno en el agua e iba en busca de las garzas y espátulas, que se las veía al fondo de la misma. Por el camino esperaba poder captar a otras pequeñas aves, tal y como he hecho en ocasiones anteriores. Sin embargo, según iba caminando por el agua, mi desánimo y extrañeza se empezaron a apoderar de mí porque no había rastro de nada.

No obstante, mi objetivo seguía en marcha y cada vez estaba más cerca de las garzas y espátulas. La cosa se empezó a poner emocionante con la presencia de un pequeño zorro, que buscaba la sombra de unas rocas.

Zorro en las inmediaciones de la charca
Zorro buscando la sombra

No quitaba la vista del hidro hide y, pronto, se levantó ante la desconfianza de lo que se acercaba hacia él. El siguiente objetivo serían unos ánades reales, que descansaban en otra roca.

Ánades reales
Ánades reales

Un andarríos chico también merodeaba por la zona. Pasé de la inexistencia de aves durante los primeros minutos a ponerse la cosa bastante interesante en cuanto a especies encontradas.

Andarríos chico
Andarríos chico

Y también unos gansos del Nilo se unieron a la fiesta.

Gansos del Nilo

Los mejores momentos de la tarde me los brindaron un par de espátulas. Cuando la mayoría echó a volar buscando un sitio más tranquilo, hubo dos que permanecieron impasibles. Aunque, finalmente, se quedó una sola buscando comida por el agua.

Espátulas
Espátulas
Espátulas
Espátula pendiente del agua
Espátula
Espátula buscando comida
Espátula buscando comida
Espátula buscando comida
Espátula buscando comida
Espátula buscando comida
Espátula

La tarde fotográfica la cerré con una foto a una garza que vigilaba desde lo alto de una roca.

Garza vigilando su entorno

Sin más, espero volver en otra ocasión antes de que termine el verano. Yo sigo en mi empeño de intentar conseguir fotos de las cigüeñas negras, que sé que de vez en cuando hacen parada en esta charca. A ver si hay suerte en futuras ocasiones.