El viernes 7 de noviembre, último día de mis vacaciones por el norte, me desperté con la idea de investigar una ruta en Larraona, dentro del Valle de Améscoa Alta. El día anterior me dijeron en el hotel que podía ir hasta el Bosque Encantado de Artea y tomé nota.
Antes de nada, comentar que en la Sierra de Urbasa hay dos bosques encantados:
1-Hayedo Encantado de Urbasa. Parte desde el Centro de atención al visitante del Parque Natural de Urbasa y Andía. Hay que subir hasta la Sierra de Urbasa en dirección a Olazagutía. El coche se puede dejar en un aparcamiento que hay justo al lado de este centro de atención.
2-Bosque Encantado de Artea. Parte desde el pueblo de Larraona. El coche se puede dejar en un aparcamiento público que hay en el centro del pueblo.
En mi caso, en otoño de 2024 hice la ruta al Hayedo Encantado de Urbasa y este año ha tocado realizar la ruta al Bosque Encantado de Artea. Dicho esto, en mi último día de vacaciones me puse en movimiento sobre las 09:45. La idea inicial que tenía en la cabeza era tan solo acercarme por la zona para inspeccionarla y así tomar nota para una futura vuelta a la Sierra de Urbasa. Sin embargo, al ver que por Larraona aún quedaba mucho otoño me animé a acometer la ruta, pues yo daba por hecho que también por allí iban a estar los árboles pelados de hojas.
He de decir que la ruta no está señalizada y tuve que preguntar a dos ciclistas con los que me crucé en el pueblo. Ellos fueron los que me dijeron que había que subir por una cuesta de hormigón y que, al finalizar, estás en el inicio del Bosque de Artea. Esta cuesta empieza unos metros antes (yendo desde Zudaire) de llegar al aparcamiento público del centro del pueblo. Al inicio hay una señalización hacia la Pizzería El Molino.



Tengo que admitir que me esperaba una cuesta más suave. Y no hacía nada más que subir y subir. Todo, ante la caída de lluvia. Menos mal que me llevé el paraguas.

A mitad de camino más o menos hay un banco con unas vistas bonitas hacia Larraona. El pueblo cada vez se veía más lejos.


Hice varias paradas durante la subida. No paraba de sudar y yo no hacía nada más que cagarme en su puta madre (hablando claramente).



Efectivamente, cuando se termina el camino de hormigón llegas al Bosque Encantado. A partir de aquí todo es un camino de tierra o veredas por las que perderse.




Una vez que te adentras en el bosque es todo llano. El esfuerzo y sudores durante la subida se vieron compensados con un increíble entorno lleno de árboles centenarios, colores de otoño y musgo.
Hay una parte del bosque que está vallada con alambre de espinos y, evidentemente, no lo salté. Sin embargo, siguiendo de frente llegas a una parte sin vallar y puedes pasear entre el bosque. Fue una auténtica gozada.














Al ser una ruta no señalizada y haber tantos recovecos en el bosque es muy fácil perderse. Lo leí por las redes sociales antes de ir y los ciclistas que me indicaron cómo llegar me advirtieron de lo mismo. Estuve en todo momento con ojo avizor fijándome en los detalles de rocas o árboles caídos para saber por dónde tenía que volver al camino principal y así evitar algún susto.
Cuando estuve de nuevo en el camino principal seguí de frente para investigar qué había por allí. Me topé con la Ermita de San Benito. A su alrededor había también un otoño precioso.
















Aquí, en el Bosque Encantado de Artea, puse punto y final a mis vacaciones otoñales por el norte de España. Fue la traca final porque, sinceramente, no me esperaba que fuera tan bonito y espectacular. El Bosque Encantado de Artea supuso la última de mis sorpresas para despedirme como es debido.
Para finalizar, como he hecho todos los años que he viajado en otoño al norte, dejo mis impresiones y reflexiones.
Análisis del otoño 2025
El otoño 2025 por Aragón y Navarra ha sido el mejor que me he encontrado en los últimos años. Cada día que visitaba algo nuevo o ya conocido alucinaba con los paisajes otoñales encontrados. Me iba moviendo de un sitio a otro según avanzaba el color de otoño. La suerte que no tuve hace dos años en Ordesa, Benasque y Arán estaba reservada para este año por Oza, Roncal, Irati y Urbasa.
Este año he saldado cuentas tenidas desde visitas anteriores: el Bosque de Gamueta, la Estación de Canfranc y el Valle de Aguas Tuertas. Poco a poco, voy tachando lugares en la lista. También he repetido la visita a sitios conocidos otros años: la Selva de Oza y el Nacedero del Urederra. Y es que, aunque este otoño he conocido cosas nuevas, tengo que decir que los días que más disfruté fue en la visita a la Selva de Oza y al Nacedero del Urederra. Para mí, son dos sitios que están en el top de bellezas del norte.
Son tres veces las que he ido en otoño a Los Pirineos y tengo muchos lugares en la lista de sitios que más me han gustado. A continuación, os dejo el ranking que he hecho de los tres primeros:
Rincones más espectaculares
1-Nacedero del Urederra, en el Valle de Améscoa (Navarra)
2-Bosque de la Pardina del Señor, en el Valle de Broto (Aragón)
3-Mata de Haya, en el Valle de Roncal (Navarra)
Conjunto de masas forestales más espectaculares
1-Valle de Ordesa y Valle de Pineta, dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Aragón)
2-Selva de Oza, dentro del Parque Natural de los Valles Occidentales (Aragón)
3-Selva de Irati, dentro del Valle de Salazar (Navarra)





























