Aragón – Valle de Pineta: ruta en coche hasta el Parador de Bielsa y cruce hasta el Pirineo francés

El miércoles 25 de octubre abandonaba el sector del Valle de Ordesa para poner rumbo a otro sector del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Se trataba del Valle de Pineta, valle que no tiene nada que envidiar a su hermano Ordesa. Es más, los expertos dicen que Pineta es mucho más espectacular que Ordesa. No seré yo quien entre en ese debate y diré que a mí me parecen los dos iguales de impresionantes.

Hace dos años ya estuve en este valle para acometer la ruta hacia los Llanos de Lalarri y las Cascadas del Cinca. Fue la primera que hice en 2021 y me pareció bonita. Meses después vi fotos increíbles de Pineta por las redes sociales y pregunté cómo se podía llegar hasta esos paisajes. Me indicaron la carretera a seguir, cosa que no hice dos años atrás. Resumiendo: lo más bonito y espectacular del Valle de Pineta no lo vi en 2021 y tenía una cuenta pendiente (otra más).

La primera parada fue en el Embalse de Pineta. Por aquí sí pasé en la anterior visita, pero no me entretuve haciéndole fotos. El objetivo era captar el otoño reflejado en el agua, aunque, no fue posible debido a que corría una ligera brisa haciendo que se moviera el agua. No obstante, el paisaje me pareció brutal.

Embalse de Pineta
Embalse de Pineta
Embalse de Pineta
Embalse de Pineta
Embalse de Pineta
Mery, Pepe y Chewi en el Embalse de Pineta
Chewi en el Embalse de Pineta
Ánades reales en el Embalse de Pineta

La continuación de la carretera hacia el Parador Nacional de Bielsa supuso todo un espectáculo de colores y de nieblas. Aquí encontré ese tono otoñal que a mí me apasiona y que hace que disfrute tirando fotos sin parar.

Valle de Pineta
Valle de Pineta
Valle de Pineta
Valle de Pineta
Valle de Pineta
Valle de Pineta
Valle de Pineta
Valle de Pineta
Valle de Pineta

Al llegar hasta las inmediaciones del Parador Nacional de Bielsa me quedé impresionado con el entorno. La Cascada del Cinca, así como todas sus vertientes, echaban agua sin cesar. Formaban un paisaje digno de admirar una y otra vez. Tenía ante mí el entorno que tiempo atrás había visto y preguntado cómo se llegaba hasta él.

Cascadas del Cinca
Arterias de Pineta
Valle de Pineta
Parador Nacional de Bielsa
Cascadas del Cinca
Arterias de Pineta
Cascadas del Cinca
Cascadas del Cinca
Arterias de Pineta
Cascadas del Cinca
Cascadas del Cinca

Aun sabiendo que el café me iba a costar más caro que en cualquier otro sitio, decidí entrar a la cafetería del Parador de Bielsa para tomarme uno. Salí a la terraza, a pesar de que las mesas y sillas estaban llenas de agua debido a la lluvia. Jamás me he tomado un café con aquellas vistas tan brutales. El precio que me costó bien mereció la pena.

Vistas desde el Parador de Bielsa
Vistas desde el Parador de Bielsa
Los churros de Marboré
Los churros de Marboré
Vistas desde el Parador de Bielsa
Vistas desde el Parador de Bielsa

Ese día tenía reservada una noche en el Hotel Bielsa, a la entrada de la misma población. Antes de despedirme del Valle de Pineta hice una última parada para captar su otoño.

Otoño en el Valle de Pineta
Otoño en el Valle de Pineta
Otoño en el Valle de Pineta
Otoño en el Valle de Pineta

Terminé de comer pronto y tenía toda la tarde libre, por lo que decidí cruzar el túnel de Bielsa hacia tierras francesas. Era toda una aventura, pues no sabía qué me iba a encontrar allí.

Al cruzar el túnel me topé con un paisaje totalmente distinto al encontrado en el Pirineo español, aunque ello no significaba que fuera menos espectacular.

Pirineo francés hacia Aragnouet
Pirineo francés hacia Aragnouet
Mery, Pepe y Chewi en el Pirineo francés

En lugar de tomar la carretera hacia la población de Aragnouet giré hacia Le Plan. Comencé a subir por una carretera de montaña en dirección a una estación de esquí. Evidentemente, aún no tenía nieve.

Vistas hacia Le Plan
Le Plan
Subiendo hacia la estación de esquí
Subiendo hacia la estación de esquí
Estación de esquí

Aquí decidí poner punto y final a mi experiencia francesa y darme la vuelta hacia España. Estaba empezando a llover y hacía frío, por lo que quería llegar al hotel cuanto antes y entrar en calor.

Antes de volver a cruzar el túnel hacia Bielsa hice una última parada. El paisaje encontrado me pareció precioso con una gran cascada bajando de lo alto de unos picos montañosos nevados.

Volviendo hacia Le Plan
Carretera de bajada hacia Le Plan
Cascada encontrada
Cascada encontrada
Llegando al túnel de Bielsa
Cascada bajando de la nieve
Cascada bajando de la nieve
Cascada bajando de la nieve

Al día siguiente abandonaría el Valle de Pineta, aunque aún me quedaba un día más por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El objetivo era acercarme con el coche por la mañana hasta el Ibón de Plan y acometer la ruta de los Miradores de Revilla por la tarde. El intenso agua caído durante todo el día hizo que tan solo pudiera llevar a cabo lo primero. No me preocupó, pues aún tendría una última oportunidad para acercarme hasta Escuaín y así realizar la ruta.