Aragón – Valle de Benasque: despedida de Benasque subiendo al Valle de Estós

El lunes 30 de octubre amaneció por el Valle de Benasque cerrado de nubes y cayendo el diluvio universal. Desde el día de antes sabía que los planes para el lunes se iban a truncar, por lo que decidí tomármelo de relax y dar descanso al cuerpo. Abandoné el Hotel El Pilar (al fin) bastante temprano y tenía todo el día por delante. Como la llegada al Hotel Eriste se me hacía muy pronto decidí ir con el coche hasta el Valle de Estós. Una semana antes, en mi ruta por la Senda de los Cazadores, el hombre de Zaragoza me dijo que era el valle que más le gustaba de toda la zona de Benasque. Yo no iba a acometer ninguna ruta, pero me apetecía inspeccionar la zona por si en el futuro vuelvo al Valle de Benasque.

Sobre las 10:30 llegué hasta el aparcamiento del Valle de Estós. La lluvia no menguaba y saqué el paraguas para dar una vuelta rápida por allí. Haciendo malabares conseguí tirar algunas fotos al monte, que lucía un otoño bonito.

Valle de Estós
Valle de Estós
Valle de Estós
Valle de Estós
Valle de Estós
Valle de Estós
Valle de Estós
Valle de Estós
Valle de Estós

Apenas estuve allí media hora. Antes de ir hasta el nuevo hotel decidí subir por la carretera del Valle de Benasque en dirección a los Llanos del Hospital, sin embargo, en lugar de coger el cruce que baja hasta dichos llanos, continué carretera arriba sin saber dónde me llevaba. No me quedó más remedio que darme la vuelta cuando vi que la carretera no continuaba y moría en el monte. Aparqué en una gran explanada e hice algunas fotos desde lo alto hacia los Llanos del Hospital.

Vistas hacia los Llanos del Hospital
Vistas hacia los Llanos del Hospital
Cascada en la carretera
Cascada en la carretera

Como la lluvia seguía sin dar tregua, me monté en el coche y, ahora sí, puse rumbo hacia el Hotel Eriste, pero antes haría una parada para fotografiar el otoño por última vez en el Valle de Benasque.

Otoño en el Valle de Benasque

Ya por la tarde, desde la habitación del Hotel Eriste, vi que la lluvia había parado y decidí salir a la terraza. Al levantarse las nubes y quedarse más o menos despejado, comprobé que lo que había caído en forma de agua durante el día por el Valle de Benasque, lo había hecho en forma de nieve en lo alto de las cimas montañosas.

Otoño desde el Hotel Eriste
Otoño desde el Hotel Eriste
Otoño desde el Hotel Eriste
Nieve en el Valle de Benasque
Nieve en el Valle de Benasque
Nieve en el Valle de Benasque

Mis aventuras por el Valle de Benasque llegaron a su fin dejando tan solo una cosa en el tintero: la ruta por las tres cascadas de Cerler. Esta era la ruta que tenía pensado haber realizado este mismo día y que la lluvia me fastidió. Por tanto, si algún día vuelvo por el Valle de Benasque, será una de las primeras cosas que visitaré.

Deja un comentario