El pasado fin de semana fue uno de esos momentos del año, algo que llevaba esperando desde el mes de julio de 2022. Y es que desde el verano pasado tenía comprada una entrada para asistir al concierto que Bruce Springsteen iba a dar en Roma el 21 de mayo de 2023.
El vuelo desde Madrid partía el sábado y aterrizaba en la capital italiana sobre las 14:30 entre una buena lluvia. Después de dejar las maletas en el hotel decidimos aprovechar la tarde visitando algunos monumentos que nos caían cerca.
Fontana di Trevi
Nuestra primera parada fue en la fuente por excelencia de Roma. Son muchas las fotos que había visto antes de tener ante mí semejante monumento, pero, por mucho que intentes hacerte la idea, en las fotos jamás se puede apreciar la belleza y grandeza de la Fontana di Trevi. Le hice fotos desde todos los ángulos.












Panteón
Lo siguiente en visitar fue el Panteón, a escasos 10 minutos andando de la Fontana di Trevi.

Aquí me entretuve haciendo fotos a la Fuente del Delfín de la propia plaza.



Plaza de España
Con mucha lluvia cayendo en nuestras cabezas nos fuimos en la búsqueda de la Plaza de España. Me sorprendió gratamente, la verdad. No me la imaginaba tan bonita y también me entretuve haciendo muchas fotos.











A la vuelta al hotel terminamos bastante cansados. Y aún quedaba el premio gordo al día siguiente asistiendo al concierto del Boss. Esa noche cenamos en una pizzería: SumUp Pizzeria del s Roma. El camarero nos levantó unas risas al decirnos que solo podíamos pedir comida para llevar si costaba más de 100 euros. Y luego al cobrarme me dijo que no me admitía la tarjeta, pero que no pasaba nada y me regalaba la comida. Lógicamente, todo era mentira.
El domingo, antes del concierto, fuimos hasta el Colisseo y nos dimos una vuelta por los alrededores (teníamos reservada una visita para el lunes). Y también inspeccionamos la zona del foro romano y del Monumento a Vittorio Emmanuel. Como nos gustó tanto, decidimos volver el lunes.
Foro romano
La parada de metro te deja en la misma entrada al Colisseo, aunque nosotros pasamos de largo y dimos una vuelta por los alrededores del foro. Salvando las distancias, por supuesto, me recordó a algunas ruinas romanas de Mérida.









Monumento de Vittorio Emmanuel
La visita el día anterior nos fascinó y teníamos claro que íbamos a volver el lunes por la mañana y así llevarnos un buen recuerdo en las fotos tiradas con la cámara réflex, pues el día del concierto tan solo hicimos fotos con el teléfono móvil.























Tour turístico por el Colisseo, el Foro y el Monte Palatino
La visita estrella estaba programada para las 14:00, por lo que decidimos parar a comer sobre las 13:00. Lo hicimos en los alrededores del Circus Maximus, lugar donde fue el concierto. Al igual que el día anterior, volvimos al Restaurante Mart.In. La comida es excelente y allí probé también el café más rico de mi vida. Además, nos atendieron muy bien y hablando perfectamente nuestro idioma. Después de eso, nuestro guía en español nos esperaba en el Arco de Constantino para comenzar la visita guiada. Dar las gracias a Franco, que no paró de contarnos curiosidades y toda la historia de cada uno de los monumentos visitados. Todo un mérito el suyo, pues la visita duró 3 horas.






































Las fotos más bonitas y espectaculares de Roma, del Colisseo, las tiré desde unos miradores hacia el majestuoso monumento. Desde aquí es donde uno se da cuenta de la grandeza del Colisseo. El dinero gastado en la visita guiada por estos tres lugares bien merece la pena solamente por las vistas obtenidas.













Tras terminar la visita turística, en los planes estaba la visita a la Plaza del Vaticano. No teníamos entrada, pues tardamos mucho en buscarla por Internet y estaban agotadas para el lunes por la tarde. Y… ¡menos mal! Nuestros cuerpos dijeron BASTA y, finalmente, decidimos no ir hasta la Plaza del Vaticano. En su lugar, nos sentamos en una terraza de las inmediaciones del Colisseo (Caffe Oppio) y nos tomamos un refresco con unas vistas muy chulas del monumento. Indicaros que nos habría dado tiempo de sobra a ver, al menos, la Plaza del Vaticano y tirar algunas fotos, pero las 8 horas de pie en el concierto el día anterior, añadida una hora de vuelta al hotel, hizo que nuestras piernas y cuerpos estuvieran al borde del agotamiento total. Por tanto, esto es algo que dejaremos para una posible vuelta a Roma de más días.
A pesar del poco tiempo que tuvimos para hacer turismo, creo que lo aprovechamos bastante bien y nos hemos vuelto a España muy satisfechos con la experiencia por Roma. El principal objetivo era asistir al concierto del Boss, pasarlo bien y, de manera secundaria, acercarnos hasta los principales monumentos romanos. Se ha logrado todo sobradamente.
Sin más que contar de Roma, me despido de todos vosotros hasta la siguiente ocasión; no sin antes retocar ligeramente una frase mundialmente famosa y que desde el domingo día 21 de mayo de 2023 forma parte de mi vida:
Todos los caminos llevan a Springsteen. Y Springsteen lleva a Roma.